Edificio Rialto
Plaça de l'Ajuntament, 17 - 46002 València
Programación regular de la Filmoteca, de martes a domingo.
- Entrada general: 2,5€
- Abono 10 sesiones: 20€
- Tarifa reducida: Jóvenes hasta 30 años, Carnet de estudiante, Carnet Jove, Carnet Habitant del Rialto, Carnet FNAC, personas jubiladas, paradas y grupos de más de 10 personas: 1,5€
- Menuda Filmo: Entrada gratuita para menores de 14 años. Cada persona podrá sacar un máximo de seis entradas.
HORARIO TAQUILLA Venta de entradas 30 minutos antes de cada proyección para cualquiera de las sesiones del día.
Venta anticipada en taquilla.ivc.gva.es
Ida Lupino fue la única mujer que dirigió películas en el Hollywood de los años 50, aunque para ello tuvo que fundar su propia productora independiente. La Filmoteca reivindica con este ciclo los hitos de su filmografía delante y detrás de la cámara.
Su faceta como actriz es bien conocida por el público gracias a títulos como La pasión ciega, El último refugio o Mientras Nueva York duerme, programadas en el ciclo a partir de abril. Desde los años 30, aunque nunca estuvo especialmente interesada en la interpretación, Lupino intervino en películas de todos los géneros, pero destacó sobre todo en el cine negro, interpretando casi siempre a mujeres de fuerte personalidad, desde femmes fatales a buenas chicas descarriadas cuyas miradas proyectan ecos de un turbio pasado. Porque si algo sobresale en el trabajo actoral de Lupino, es la elocuencia de sus ojos a la hora de expresar odio, ira, miedo y, sobre todo, un amargo desencanto. En ese aspecto estaba al nivel de Bette Davies, una actriz “de primera fila” en el sistema de estudios, categoría que nunca llegó a alcanzar Lupino. De hecho, ella misma, que interpretó muchos papeles rechazados por la protagonista de Eva al desnudo, afirmaba con ironía ser “la Betty Davies de los pobres”.
A mediados de los 40 acabó hartándose de los papeles estereotipados que recibía y enfrentándose en varias ocasiones a los responsables del estudio, lo que le valió períodos de suspensión de empleo y sueldo. Parece que fue en esa época cuando comenzó a interesarse en el proceso creativo trás las cámara, animada por grandes cineastas como Raoul Walsh y Roberto Rosellini, que en una ocasión le preguntó cuándo pensaba hacer sus propias películas “sobre gente cotidiana en situaciones ordinarias”.
Así, en 1948 Lupino rompió su contrato con la Warner y fundó con su marido, el guionista Collier Young, una productora independiente, Emeral Productions, que pronto se convertiría en The Filmakers (con una “m”). Tenían poco tiempo y aún menos dinero para filmar sus películas, pero una gran autonomía a la hora de tratar temas sociales desde un cine de ficción despojado del artificio de las producciones hollywoodienses. Algunos de esos temas eran la maternidad no deseada (Not Wanted), la discapacidad (Never Fear), la violación (Outrage), la adopción, el trabajo femenino fuera del hogar o la masculinidad en crisis (El bígamo). Cuestiones conflictivas y adelantadas a su época, que les trajeron no pocos problemas con la censura del Código Hays.
Desde el primer momento, Lupino escribió los guiones y controló la producción de las películas de serie B de The Filmakers. Acabó dirigiendo por casualidad, cuando en el tercer día de rodaje de Not Wanted el director Elmer Clifton sufrió un infarto. A pesar de que no aparece como directora en los créditos, Not Wanted adelanta ya las principales características de la mirada de la Lupino cineasta: realismo –en ocasiones cercano al documental–, rodaje fuera de los estudios y una gran economía narrativa que no da pie a ningún desvío fuera de la trama esencial. Incluso El autoestopista, su título más célebre y el primer thriller dirigido por una mujer, a pesar de ser una película de género, está basada en hechos reales y filmada con la misma austeridad que su cine más “social”.
El interés por la psicología de sus personajes, sobre todo femeninos, es otro de los aspectos que destacan en la obra de Lupino. En las protagonistas de las películas que dirigió, aunque muy alejadas de los entornos gangsteriles del noir, podemos apreciar rasgos en común con algunos de los personajes que interpretó como actriz: su resistencia, su carácter de supervivientes que deambulan por la cuerda floja de los márgenes sociales, siempre tentadas a dejarse vencer por el desánimo pero manteniéndose a flote. La Marie de El último refugio, que evita a toda costa volver a un pasado del que huyó –y que desconocemos– bien podría ser el fruto de algunas de las vivencias traumáticas sufridas por las protagonistas de Outrage o Not Wanted. El personaje interpretado por la propia Lupino en El bígamo arrastra su desencanto con la misma serena dignidad que la ciega a la que encarna en La casa en la sombra, film inmenso en el que –dicho sea de paso– también intervino como directora (de nuevo sin acreditar) durante las ausencias de Nicholas Ray.
Pocas veces sabemos de dónde surgen las heridas fundacionales de las mujeres (más o menos) fatales del cine negro clásico. En los dramas sociales que escribe, produce y dirige, Ida Lupino se centra, precisamente, en esas heridas y en cómo sanarlas. Las protagonistas de Not Wanted, Ultraje y Never Fear sufren un trauma y, durante buena parte del relato, huyen de sí mismas antes de poder aceptarse y recuperar la dignidad que creían perdida. En ese proceso, siempre hay un buen hombre a su lado que intenta ayudarlas, aunque en la lucha que llevan a cabo contra sí mismas parezca pesar más la vergüenza de haber sido “manchadas”, de haberse quedado fuera de la norma patriarcal por ser cojas, víctimas de una violación o madres solteras.
Desde mediados de los 50, exceptuando algún papel como actriz y Ángeles rebeldes, que realizó en 1966, Ida Lupino trabajó para la televisión dirigiendo más de sesenta episodios de series como Alfred Hitchcock presenta, La dimensión desconocida, El fugitivo o Tate, de la que programamos dos capítulos dentro del ciclo. En algunos de ellos volvió a brillar su mirada autoral, aunque nunca de una forma tan libre y elocuente como en los cuatro largometrajes que pueden verse en La Filmoteca.
Su faceta como actriz es bien conocida por el público gracias a títulos como La pasión ciega, El último refugio o Mientras Nueva York duerme, programadas en el ciclo a partir de abril. Desde los años 30, aunque nunca estuvo especialmente interesada en la interpretación, Lupino intervino en películas de todos los géneros, pero destacó sobre todo en el cine negro, interpretando casi siempre a mujeres de fuerte personalidad, desde femmes fatales a buenas chicas descarriadas cuyas miradas proyectan ecos de un turbio pasado. Porque si algo sobresale en el trabajo actoral de Lupino, es la elocuencia de sus ojos a la hora de expresar odio, ira, miedo y, sobre todo, un amargo desencanto. En ese aspecto estaba al nivel de Bette Davies, una actriz “de primera fila” en el sistema de estudios, categoría que nunca llegó a alcanzar Lupino. De hecho, ella misma, que interpretó muchos papeles rechazados por la protagonista de Eva al desnudo, afirmaba con ironía ser “la Betty Davies de los [...] Leer más
Películas
Ida Lupino (no acreditada), Elmer Clifton · EEUU · 1949 · 91'
Ida Lupino · EEUU · 1960 · 24'
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