València · 2018
TIC - TAC
Llibre CD
Carles Alberola, Rodolf Sirera i Pasqual Alapont
Institut Valencià de Cultura. Generalitat Valenciana.
Idioma: Valenciano
ISBN: 978-84-482-6291-4
Signatura: LV844
Tipo de edición: Libros
Precio: 10,00€
A propòsit de TIC-TAC
TIC-TAC, espectáculo del cual ofrecemos aquí el libreto (o libretto, como se decía antiguamente en las óperas y otros espectáculos musicales), es una propuesta escénica en la gestación de la cual hemos participado tres dramaturgos, los firmantes de esta introducción. Y lo primero que habría que decir es que no todos teníamos, al empezar, el mismo grado de conocimiento de este género, lo cual significó que, para los quienes no teníamos nada –o un conocimiento parcial y posiblemente idealizado por el cine– el proceso de gestación y de escritura nos ha servido para descubrir cómo es de difícil y complejo, esto añadido a la carencia o la escasez de referentes actuales en el teatro valenciano, tanto desde el punto de vista creativo –dramatúrgico o musical– como por lo que respecta a la interpretación. Hemos querido remarcar “actual” porque en la historia de la escena autóctona sí que hubo algunas experiencias anteriores, sobre todo durante el primer tercio del siglo XX. Nos referimos a las revistas y zarzuelas valencianas de Hernández Casajuana, por ejemplo. Y, más próximo todavía, ya en la posguerra, aquel gran éxito de taquilla que fue La cotorra del ercado, de Barchino y Magenti. Pero todos estos intentos se movían en un territorio intermedio entre la zarzuela y la revista, diferente en gran medida de la comedia musical de modelo anglosajón, modelo al cual, con toda la modestia del mundo, hemos querido acercarnos en la construcción de este TIC-TAC. Hay que decir también que el hecho que Carles Alberola, alma inspiradora del proyecto, sería también el responsable de la puesta en escena, ha ayudado mucho a la fijación y la orientación definitiva del argumento y el texto del espectáculo. Un espectáculo que, por otro lado, fue posible subir al escenario porque fue producido por el Teatro del Pueblo Valenciano, nombre que recibe el proyecto de teatro público del Instituto Valenciano de Cultura. Un ejemplo afortunado, al menos así lo entendemos nosotros, del hecho que al teatro institucional hay lugar para todo tipo de propuestas escénicas.
Tres autores, pues, de este TIC-TAC. Más muy dicho, del argumento y el texto literario, que constituyen la primera parte del proceso. Una primera parte que fue larga y necesaria para acabar de perfilar la historia principal a partir de la idea germinal de Carles Alberola. Después, para decidir qué era la segunda historia, el que constituiría la representación dentro de la representación, es decir, el musical dentro del musical, el montaje del cual sería la estrategia que usaría el protagonista para tratar de recuperar el amor de su hijo. Y una vez que decidimos , después de evaluar varias posibilidades, que aquella representación dentro de la representación sería la de una versión muy libre del Pigmalió de Bernard Shaw, pasada por el musical de Lerner y Loewe y adobada con unas gotas de Stephen Sondheim, el paso siguiente fue construir la compañía que, compañando los dos protagonistas, lo tendría que posar en pie en la ficción y que se demostraría, en la realidad de la representación, brillando y conjuntada.
Llegados a este punto, entraron en juego los otros creadores, y no por eso menos importantes, de este TIC-TAC: Noèlia Pérez i Josep Zapater, que se hicieron cargo de la música y las canciones del espectáculo. Y para acabar, Cristina Fernández Pintado, que se ocupó de la coreografía. Por eso queremos dejar muy claro que Tic-tac no es un espectáculo escrito en seis manos, como podía parecer en un principio. Más exacto –y sin duda más justo– seria calificarlo de espectáculo creado a doce manos, si esto de las manos, al referirnos a la coreografía, fuera exacto. Por todos nosotros, TIC-TAC es una declaración de amor a la ficción y a todos aquellos que la hacen posible. Una comedia musical sobre como la pintura, la música, el teatro, en definitiva el arte, nos habla del alma de las personas y de cómo puede llegar a transformarnos la vida y llenarla de esperanza.
Valencia, octubre del 2018
Carles Alberola, Pasqual Alapont i Rodolf Sirera