València · 2019
Tot explota
Pepe Ruiz
Institut Valencià de Cultura. Generalitat Valenciana.
Idioma: Castellano
ISBN: 978-84-482-6361-4
Signatura: LV850
Tipo de edición: Libros
Precio: 10,00€
Cuando Roberto García me propuso que dirigiera un proyecto sobre la identidad, me pareció una buena oportunidad para tratar la identidad de clase. Si bien la cuestión identitaria es muy recurrente en nuestros días, creo que la identidad de clase es un concepto que al poder no le interesa resaltar.
Pienso que todas las luchas identitarias están atravesadas por la cuestión de clase. El capitalismo, pero, acostumbra a instrumentalizar estas luchas, las despolitiza y las convierte en nichos de mercado. Si bien es verdad que se pueden analizar cuestiones de opresión de identidades particulares en todas las esferas sociales, la cosa cambia si el análisis se hace desde una perspectiva de clase. Así pues, no tiene nada a ver la opresión racial que pueda sufrir el expresidente Barak Obama con la de un inmigrante africano a la frontera sur española; tampoco la opresión de género de la cancillera Angela Merkel con la de una mujer de la limpieza de un hotel de Benidorm.
La cuestión de clase nos afecta inevitablemente en una sociedad terriblemente clasista en que continúa vigente, aunque nos parecen términos antiguos, la lucha de clases de la cual hablaba Marx. La clase trabajadora hace mucho de tiempo que va perdiendo esta batalla contra la clase dominante, y la victoria más grande de los vencedores es habernos desposeído de nuestra propia conciencia de clase.
Todo explota analiza la situación de los trabajadores en la actualidad, y se pregunta sobre
las causas de la pérdida de identidad de clase. Tiene una parte didáctica y argumentativa
de cómo funciona la sociedad capitalista en que vivimos, a través del estudio de Karl Marx, que intelectualiza los problemas que exponen los otros personajes, en manera de situaciones que nos son próximas. Es una obra que cuestiona las relaciones de poder, hace una crítica al sistema, amo absoluto de nuestra forma de vivir, pero también hace una autocrítica desde la misma clase trabajadora, europea, acomodada y desmovilizada. Incluso, cuestiona el mismo Marx, como icono, sin quitarle la importancia que tiene dentro del movimiento obrero. Pero, sobre todo, es un homenaje a las trabajadoras, como verdadero sujeto histórico y revolucionario. A esas personas que construyen el mundo y la historia, y que los libros siempre olvidan mencionar.
Un homenaje a la mayoría silenciada que no posee más que su fuerza de trabajo
y su prole.