L'Òpera Oblidada

València empieza el siglo XIX con el arte operístico cerca de la desaparición. En tres décadas recuperará la pujanza de que había disfrutado y acabará formando parte del circuito lírico europeo. El lector que tenga la curiosidad de seguir esta evolución se sorpenderá ante la paradoja que presenta una sociedad atrasada -pero de dinamismo creciente- que fue capaz de reavivar la representación e inaugurar el teatro de ópera más importante de España al final del reinado de Fernando VII. Por el camino, el arte operístico se vio interrumpido continuamente por las revueltas políticas, la guerra, las epidémias, las paradas por el calendario litúrgico y el luto por la muerte de miembros de la realeza. Además, la ópera tenía que sobrevivir a la censura, las cargas fiscales, la Inquisición y la imposición legal del castellano como lengua escénica, que condicionaron la forma y la extensión del género.
A través del libro, el espectador asistirá a las cuatrocientas representaciones documentadas entre 1801 y 1833, descritas en su contexto histórico. Se analiza la llegada de la ópera francesa antes de la invasión napoleónica, el fin de las obras clasicistas y el estallido del rossinismo.
En el momento de la muerte del rey se narrará el tráfico de la ópera desde la vieja Botiga de la Balda al Teatre Principal. Este tránsito coincidió con la eclosión de  la ópera belcantista en la lengua original y el retorno a València de artistas italianos de primer cartel, que consolidaron el arte lírico como un fenómeno muy relevante en la vida social y cultural valenciana.