LA LETRA EN LA IMAGEN: "REBECA"

"Anoche soñé que volvía a Manderley...". Tan sugerente frase abre REBECA, la novela con la que Daphne du Maurier reinventaba la novela gótica en 1938. Son, también, las palabras que pronuncia la voz en off sobre un plano subjetivo que recorre el camino hasta la imponente mansión al inicio de la película homónima. Se trata del primer film de Hitchcock en Estados Unidos y uno de los más míticos de su filmografía. Una ingenua joven recién casada, un siniestro caserón, un ama de llaves marcando territorio y el fantasma de su anterior señora, cuya presencia impregna cada rincón de Manderley, son los mimbres con los que du Maurier, primero, y Hitchcock, después, cautivaron a miles de personas.