FRANÇOIS TRUFFAUT. EL AMANTE DEL CINE

La Filmoteca programa una retrospectiva completa de uno de los padres de la Nouvelle Vague que arranca el miércoles 27 con un programa de cortometrajes. En uno de ellos, Los mocosos (su debut tras la cámara), se dan cita ya dos de los ejes que vertebran toda la obra de Truffaut: la infancia y el amor. El corto muestra a un grupo de críos persiguiendo entre mofas a una joven pareja de enamorados que pasea por las calles y las afueras de Nîmes. La infancia, o más bien el paso a la adolescencia, volvería a ser el núcleo de su primer largometraje, la mítica Los 400 golpes (y más tarde, de La piel dura y, salvando las distancias, El pequeño salvaje).

Repleta de toques autobiográficos, Los 400 golpes está protagonizada por el adolescente Antoine Doinel, una suerte de alter ego de Truffaut encarnado por Jean-Pierre Léaud que iría madurando frente al espectador en las posteriores Antoine et Colette, Besos robados, Domicilio conyugal y El amor en fuga, broche y compendio de la saga. Gracias al personaje de Antoine Doinel, pero también a sus papeles para Godard o Eustache, Léaud se convertiría en el rostro de la modernidad cinematográfica. Las cinco películas componen un fascinante artefacto que logra captar “a 24 imágenes por segundo” las huellas del paso del tiempo y de las experiencias vitales, mucho antes de que Linklater imitara el gesto en su trilogía Before. Las aventuras de Doinel profundizan, asimismo, en una de las constantes del cine de la Nouvelle Vague: los entresijos de la pasión amorosa y los vaivenes del ciclo vital de una pareja, desde la torpeza de los primeros flirteos hasta la separación. Las relaciones sentimentales están también en el centro de Jules et Jim, un título mítico y pionero a la hora de mostrar el poliamor en la pantalla, y de La piel suave.

El tercer eje en torno al cual gira el cine de Truffaut es otro tipo de amor: el amor al cine y a la literatura. Gran parte de sus películas son adaptaciones literarias, como la citada Jules y Jim y Fahrenheit 451. Y muchas de ellas homenajean al cine clásico americano que tanto admiraba como espectador y crítico, en especial a Hitchcock y el cine negro de serie B. En abril están programados tres títulos basados en tres novelas negras: Tirad sobre el pianista, que adapta un libro de David Goodis, y las muy hitchcockianas versiones cinematográficas de dos obras de Cornell Woolrich, La novia vestía de negro (que inspiró el personaje de Uma Thurman del Kill Bill de Tarantino) y La sirena del Mississippi, cuyo envoltorio de film noir esconde una de las obras más románticas de Truffaut.