ENSAYO DE UN CRIMEN
(LA VIDA CRIMINAL DE ARCHIBALDO DE LA CRUZ)

Siendo un niño, Archibaldo de la Cruz vio morir a su institutriz, alcanzada por una bala perdida, mientras él se escondía en el ropero de su madre. Ya adulto, fantasea con el asesinato de varias mujeres. Cuando aparecen muertas, él se convence de que ha cometido los crímenes.

“Archibaldo es un frustrado. Casi todas mis películas tienen ese tema: la frustración. Burgueses que no pueden salir de una habitación, gente que quiere cenar y todo se lo impide, un tipo que desea asesinar pero sus crímenes fallan. La frustración aparece ya desde Un perro andaluz y en La edad de oro los amantes no pueden ni siquiera besarse. Es la distancia entre el deseo y la realidad. Intentar y fracasar. […] Archibaldo quiere matar. Posiblemente matar lo libere desde el punto de vista sexual, pero si llegara a matar realmente, no se sabe lo que haría a continuación. Es un asesino. Pero evidentemente, también le gusta la frustración, la adora. Se diría que desea fallar, para volver a intentar. ¿Lo hace por liberarse? Quizá lo haga por todo lo contrario. Sé que esto parece oscuro. Si ustedes intentan construir un personaje muy racionalmente, ese personaje no tendrá vida. Debe haber una zona de sombra.”
LUIS BUÑUEL