SARABAND

Después de haber permanecido separados treinta años, Marianne siente la necesidad de ver de nuevo a Johan, su ex marido, y decide visitarlo en su antigua residencia de verano. Allí también pasan el verano el hijo de Johan, que imparte clases de violonchelo a su hija y tiene planes de futuro para ella.

> «Pocas veces el cine nos dio tal acumulación de rasgos conocidos y derivados de jalones anteriores con el resultado de una síntesis tan nueva, viva y atractiva. Junto a los personajes, situaciones, obsesiones, deseos y sentimientos puestos en juego, debemos resaltar las propias reglas de ese juego, concretadas en la riqueza surgida de la sobriedad de una puesta en escena donde el empleo de primeros planos, los juegos lumínicos, los sutiles movimientos de cámara, el cuidado ambiente sonoro o los inteligentes, punzantes, a veces hirientes diálogos, se constituyen en otras tantas muestras de estilo.» JOSÉ ENRIQUE MONTERDE, «Suite digital: Saraband», en Caimán Cuadernos de Cine, nº 1, enero 2012.