Edificio Rialto
Plaça de l'Ajuntament, 17 - 46002 València
Programación regular de la Filmoteca, de martes a domingo.
- Entrada general: 2,5€
- Abono 10 sesiones: 20€
- Tarifa reducida: Jóvenes hasta 30 años, Carnet de estudiante, Carnet Jove, Carnet Habitant del Rialto, Carnet FNAC, personas jubiladas, paradas y grupos de más de 10 personas: 1,5€
- Menuda Filmo: Entrada gratuita para menores de 14 años. Cada persona podrá sacar un máximo de seis entradas.
HORARIO TAQUILLA Venta de entradas 30 minutos antes de cada proyección para cualquiera de las sesiones del día.
Venta anticipada en taquilla.ivc.gva.es
El recorrido de los continentes y las clases sociales, las raíces en la escena teatral y el compromiso político, el préstamo del melodrama y de la pantomima son las facetas que permitieron a este genial actor, guionista, director, productor y compositor dejar constancia de lo que pudo significar vivir en el siglo XX.
Nacido el 16 de abril de 1889 en un barrio pobre de Londres, Charles Spencer Chaplin Jr., como su hermanastro Sidney, tiene que buscarse la vida desde muy pronto: sus padres, artistas de music-hall, cayeron en el alcoholismo y la locura. Contratado con Sidney en la troupe de Fred Karno, se va de gira por los Estados Unidos de 1910 a 1912. A finales de 1912 Mack Sennett, que acaba de fundar la Keystone, se fija en él. En 1914, se instala en los Estados Unidos y aparece en 35 películas, entre ellas Carreras de autos para niños, centrada en el personaje que creó del Vagabundo.
La “Chaplinmanía” nace casi al mismo tiempo que Charlot, reconocible por su bastón de junco, su bigote, su bombín, su silueta y sus zapatos. En tres años, Chaplin multiplica por diez su salario. Ganando cada vez más libertad creativa, abre su propio estudio en 1918, con el que firma algunas grandes películas, como ¡Armas al hombro! y Al sol, distribuidas por la First National. Finaliza su contrato con esa distribuidora en 1921 con un conmovedor largometraje, El chico. En diez años, el personaje de Charlot había ganado humanidad y su popularidad inspiró al mundo artístico, desde pintores (Fernand Léger) a escritores (Aragon, Colette, Cocteau). En 1923, Una mujer de París sorprende por partida doble: no solo él no actúa (solo como figurante) sino que se trata de un melodrama. A partir de La quimera del oro, una serie de divorcios y una demanda de paternidad perturban su apreciación de sus películas, como El circo, que sin embargo es excelente. El paso al sonoro a finales de los años veinte le hace temer lo peor para el aura universal del Vagabundo. Elude la imposición en una de sus obras maestras, Luces de la ciudad, sonora pero sin diálogos, con una banda sonora que él mismo compone. Después de una vuelta al mundo durante la que rechaza una invitación de Mussolini, Chaplin dirige Tiempos modernos, otra película sonora muy poco locuaz inspirada por lo que ha visto de la Depresión en Europa.
¿Es la edad, el pudor (es uno de los artistas más ricos del mundo), el paso forzado al sonoro o la urgencia histórica? Chaplin entiende que debe abandonar al Vagabundo. En 1938, es aún más conocido en el mundo que Hitler. Sin embargo, la América aislacionista no ve con buenos ojos su proyecto de El gran dictador, que ataca frontalmente al nazismo. A las acusaciones de inmoralidad desde los años 20 (que no aplaca su matrimonio en 1943 con Oona, del que nacerán ocho hijos) y a los rumores de pertenencia a la religión judía (falsos, pero que no desmiente para no hacer el juego a los antisemitas) se añade la sospecha de bolchevismo: Chaplin es uno de los primeros objetivos de la Comisión de Actividades Antiamericanas desde 1939. Es el principio de una guerra americana contra él que culminará en 1952, cuando su país de adopción deroga su visado de regreso. Bañada por esa amargura, Monsieur Verdoux desconcierta por su negrura, que mezcla humanidad y cinismo. Aunque se inspira en la vida de un asesino en serie francés de los años veinte, la película está concebida en el contexto de la atrocidad cada vez más evidente de los crímenes de masas. Más pesadillesca que autobiográfica, Candilejas pone en escena a un viejo payaso venido a menos. Un rey en Nueva York convierte el resentimiento de Chaplin en sátira mordaz de la América de posguerra, antes de una obra menos apreciada, La condesa de Hong Kong, su única película en color.
Instalado en Suiza y tardíamente oscarizado, Chaplin muere en 1977. Considerado universalmente un genio de la gran pantalla y redescubierto regularmente por generaciones de jóvenes espectadores, no siempre ha sido reconocido como director: parte de la crítica reduce su aportación a la pantomima filmada, lamentando el sentimentalismo de sus largometrajes y subestimando su magistral puesta en escena, su inteligencia del encuadre y de la duración del plano.
CHARLOTTE GARSON
Películas
1918-1921 · 84'
1918-1922 · 86'
Charles Chaplin · EEUU · 1928 · 71'
Charles Chaplin · Reino Unido · 1957 · 105'
Charles Chaplin · Reino Unido, EEUU · 1967 · 103'
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